
Metodologías activas I: el arte de aprender descubriendo y de enseñar motivando
Durante mis años en el colegio y en el instituto fueron pocos los momentos en los que mis profesores utilizaron metodologías activas de enseñanza para inculcarme conocimientos. Es más, recuerdo a la perfección aquellas tardes después del cole aprendiendo y recitando de memoria ríos, capitales y provincias para el examen del día siguiente.
Entonces mi madre (sin tener experiencia en la docencia) me recomendó una técnica de aprendizaje por asociación más activa: cantar las provincias de Galicia con un ritmo peculiar “La Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra”.
Con el apoyo incansable de mis padres, que aguantaron tardes y tardes de lecciones recitadas, cantadas o a pelo, conseguí pasar la primaria y la secundaria. Otra cosa muy distinta son los conocimientos que retuve una vez pasada la tensión del examen. De hecho, según el estudio La curva del olvido del filósofo alemán Hermann Ebbinghaus, un día después de no haber repasado, se nos puede llegar a olvidar hasta un 50% de lo estudiado. A los dos días, es posible que lo que recordemos no llegue al 30% y una semana después esto se reduce a un triste 3%. Por propia experiencia, puedo asegurar que la teoría es acertada.
La pirámide del aprendizaje de Cody Blair también es bastante ilustrativa. Según este académico y autor estadounidense los alumnos solo retienen un 5% de lo que escuchan. Este porcentaje aumenta a medida que se introducen elementos más interactivos en la enseñanza como:
- La lectura (10%).
- Los audiovisuales (20%).
- Las demostraciones teóricas o empíricas (30%).
- La argumentación (50%).
- La realización de prácticas (75%).
- La enseñanza a otras personas (90%).
Metodologías activas versus enseñanza tradicional
Como ya os habréis podido imaginar, la memorización y la escucha pasiva son formas de enseñanza y aprendizaje que se aleja bastante de las metodologías activas.
Las metodologías activas se basan en tres conceptos: actividad, participación y auto-dirección. Son formas de enseñanza flexibles que permiten al alumno explorar, manipular y experimentar libremente con su entorno para construir su propio entendimiento del mundo que le rodea. Además, respetan la individualidad, ya que son los propios estudiantes quienes marcan las pautas de su aprendizaje en función de sus intereses y habilidades. Los profesores, por su parte, tienen un rol de guía y se dedican a alimentar la motivación y la creatividad del alumno en ese proceso.
César Bona, el profesor aragonés finalista al premio internacional al mejor profesor, lo explica a la perfección en el TEDx Talk “Los nuevos retos de la educación”.
En la enseñanza tradicional, por el contrario, los alumnos son meros sujetos pasivos que se dedicaban a escuchar al profesor desde su pupitre. Esto hace que los alumnos pierdan la habilidad de pensar por sí mismos, tengan miedo a interactuar y a equivocarse y pierdan la motivación. Además, el currículum es igual para todos y no se adapta a las necesidades y talentos individuales.
En la actualidad
En la actualidad, la gamificación, el teatro o la robótica educativa, como los kits y materiales de Flexbot, se han convertido en elementos protagonistas de las metodologías activas. Esto no quiere decir que los maestros y maestras deban renunciar a los métodos tradicionales. Muchos apuestan por una combinación de ambos.
Dejar que los estudiantes tomen el control de su propio aprendizaje les obliga a utilizar su cerebro y a pensar por ellos mismos. Así el proceso de enseñanza mucho más interesante y efectivo.
Si eres docente o tienes hijos y quieres saber más sobre metodologías activas, permanece atento a nuestro blog y redes sociales: Facebook y Twitter. En mis próximos posts para Flexbot escribiré sobre profesores, instituciones educativas y proyectos que utilizan metodologías activas.